lunes, 7 de agosto de 2017

ANTECEDENTES FUNDAMENTALES DE LA EDUCACIÓN INFANTIL

En el siglo XV, los niños eran vistos como fruto del pecado desde el punto de vista religioso. El mal comportamiento de los niños estaban relacionados con los malos espíritus. Ésto provocó a que la educación estuviera en mano de escuelas privadas religiosas o parroquiales.
En el siglo XV y XVI, época medieval, el niño era visto como un adulto en miniatura y no tenían porque ir a la escuela, ya que eran capaces de adoptar la misma conducta de los adultos de la sociedad. 
Newman (1991) afirmaba que la única diferencia que existía entre el adulto y el niño, era el tamaño físico y el nivel de experiencia.
Nebrija (1509), consideraba que la educación de cada niño era responsabilidad de la familia.

De este modo, el niño comenzaba a trabajar a edades muy tempranas y debía lograr la autonomía para ocuparse de las tareas de la casa o cuidar a sus hermanos pequeños.
Según la religión, los niños han sido vistos de manera diferente, por ejemplo en la religión católica representaban el acercamiento a Dios, como seres angelicales, de manera que el cuidado de los niños era una vía para llegar al cielo.

Spizz y Locke afirmaban que el niño era producto del ámbito social y cultural. Éste era como una pizarra en blanco ya que el conocimiento se adquiere por la percepción de los objetos. También, fue visto como una joya intocable, porque el nacimiento del niño prolongaba un mando o un gobierno.

Rosseau escribe la primera publicación de la educación en 1762, llamada "El Emilio", donde expresa que el niño nace bueno pero es la sociedad quien la corrompe. Consideraba que el niño tenía una bondad innata y que sus impulsos naturales deberían ser aceptados como tal. Además defendía que la educación debía entender al niño, cubriendo sus necesidades y mejorar sus intereses naturales.

Comenio en el siglo XVIII, elaboró el primer libro ilustrado para niños pequeños y fue una guía educativa curricular para los maestros. Destacaba el adiestramiento sensorial y el aprendizaje por la acción mediante el estudio de la naturaleza.

Pestalozi (siglo XVIII), piensa que hay que educar al niño desde la cuna. Le daba importancia a las madres en el aprendizaje del niño y a la educación corporal para desarrollar y perfeccionar los sentidos.

Hermanas Agazzi (siglo XIX), crearon las primeras escuelas en Italia. Su método se basaba en respetar la libertad del niño mediante su trabajo independiente, y además pretendían satisfacer las necesidades básicas junto al aprendizaje.

En los años 70 y 80 del siglo XX se descubren nuevas capacidades en el niño, en edades tempranas, concretamente en relación a la memoria, atención e intersubjetividad.
A finales del sigo XIX y principios del siglo XX, predominan múltiples conceptos y teorías del desarrollo.
En el siglo XX, empieza a desarrollarse la neurociencia.

Piaget, en su teoría cognitiva, afirma que a través del proceso de adaptación existen la asimilación y la acomodación. Además destaca la importancia a la actividad mental  y define las operaciones mentales como acciones interiorizadas.

Bruner enlaza los procesos de desarrollo con el aprendizaje escolar, donde el aprendizaje se da a través de estrategias construidas por el niño y por descubrimiento. Existen también una reconstrucción de aprendizajes por medio de la experiencia.

Ausubel es el creador de la teoría del aprendizaje significativo. Para ello, es necesario tres condiciones:
  1. Material significativo desde el punto lógico.
  2. Conocimientos previos.
  3. Aprender de forma significativa.
Fervestein analiza el papel de los mediadores (escuela, familia, etc.), examinando la interacción entre el individuo y ambiente y potenciando la investigación del contexto natural.

Vygotski defiende que el potencial de aprendizaje de los individuos se desarrolla a través de la socialización contextualizada. Además existen tres niveles de desarrollo necesarios:
  1. Nivel de desarrollo real.
  2. Nivel de desarrollo potencial.
  3. Nivel de desarrollo próximo.
Montessori, Freinet, Declory, Neill, Fröbel y las hermanas Agazzi buscaron métodos alternativos a los tradicionales, que defendieran una nueva concepción del niño, de su actividad discente y de su desarrollo integral.
Las ideas básicas de la escuela nueva son: 
  • Paidocentrismo (conocimiento integral que el alumno adquiere).
  • Actividad del alumno, tanto manipulativa como mental.
  • La libertad, individualización y personalización de la enseñanza.
  • Fomento de la socialización.
  • Actividades motivadoras y significativas.
  • Desarrollo de la capacidad creadora.
  • Colaboración familia-escuela.
  • Niño sujeto de derechos, es decir, nace con capacidades y habilidades.

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