Los niños y niñas están cada vez más rodeados de pantallas que ofrecen gran cantidad de información y estímulos. Pero realmente, ¿se estimulan a través de las pantallas?
El juego real, cumple un papel fundamental en el desarrollo de los niños y niñas, ya que afecta en las capacidades como la afectividad, la motricidad, la inteligencia, etc., además, es la herramienta por el cual, ellos se comunican con otras personas, pero en los últimos tiempos ha sido desplazado por las nuevas tecnologías.
Por ellos, es fundamental, promover el juego tradicional, para que los niños toquen, prueben, es decir, estimular los sentidos. Asimismo, hay que hacer ver, que las nuevas tecnologías son un instrumento más.
Estas nuevas tecnologías aportan muchas cosas que pueden ser útiles, pero a la vez, pueden provocar consecuencias negativas si se hacen un mal uso de ellas.
Un estudio publicado en 2008, afirma que los niños que comienzan a ver la televisión antes de los 24 meses tienen más probabilidades de tener problemas en el desarrollo del lenguaje.
El móvil, la tablet, y la televisión son los objetos preferidos de los niños, que en muchos casos comienzan a manejarlos precozmente.
Debemos tener en cuenta la edad del niño y el tiempo que pueden pasar frente a una pantalla, ya que no están preparados para tales estímulos.
Los niños menores de 2 años, se les hace difícil comprender lo que ven en las pantallas y relacionarlo con el mundo que los rodea. En cambio, aprenden y crecen cuando juegan e interactúan con adultos y niños, explorando el mundo real. Por eso es importante ofrecerle actividades, momentos de juegos con familiares, etc.
Entre los 2 y 5 años la recomendación es que no pasen más de una hora por día mirando la televisión u otro dispositivo y que se trate de contenido interactivo.
Entre los 3 y 5 años su madurez mental comienza a permitirles aprender destrezas sociales, lenguaje y lectura a través del contenido de calidad que ofrecen algunos programas educativos para niños.
Un consumo excesivo de los medios digitales puede crear efectos importantes como los siguientes:
- Retrasos de aprendizaje y de habilidades sociales, debido a que interactúan menos con los padres y la familia en general.
- Problemas de sueño a causa de la sobreestimulación ante la que no están preparados mentalmente.
- Problemas de conducta o comportamiento ante la posibilidad de verse expuestos a contenido violento.
- Obesidad, porque se trata de una actividad sedentaria que en muchos casos incluye la promoción de alimentos poco saludables.
Otro estudio elaborado por la Universidad de Londres y publicado en abril de 2017, muestra que los niños cada vez pierden más tiempo de sueño por usar el móvil.
Para solucionar esto, la psicóloga Isabel Pintor, de la Escuela de Integración Psicomédica (Ipsimed) y asesora psicopedagógica de Mumablue, indica "una alternativa sana para proteger a los niños de la sobreestimulación es la lectura de cuentos en papel, especialmente a la hora de ir a la cama. Un niño que ha leído en papel en lugar de usado un móvil o visto la televisión, dormirá mucho mejor”.
Además, leer en compañía es una buena forma de fortalecer el vínculo entre padres e hijos, ya que la presencia y cercanía de una persona que signifique una figura de apego seguro para el niño, ayuda a paliar los efectos de esta perversa ficción: cariño, amor y contacto humano es lo que beneficia al desarrollo del cerebro humano.
A continuación dejo un vídeo en el que se hablará sobre el uso de las nuevas tecnologías frente a los niños.
El juego real, cumple un papel fundamental en el desarrollo de los niños y niñas, ya que afecta en las capacidades como la afectividad, la motricidad, la inteligencia, etc., además, es la herramienta por el cual, ellos se comunican con otras personas, pero en los últimos tiempos ha sido desplazado por las nuevas tecnologías.
Por ellos, es fundamental, promover el juego tradicional, para que los niños toquen, prueben, es decir, estimular los sentidos. Asimismo, hay que hacer ver, que las nuevas tecnologías son un instrumento más.
Estas nuevas tecnologías aportan muchas cosas que pueden ser útiles, pero a la vez, pueden provocar consecuencias negativas si se hacen un mal uso de ellas.
Un estudio publicado en 2008, afirma que los niños que comienzan a ver la televisión antes de los 24 meses tienen más probabilidades de tener problemas en el desarrollo del lenguaje.
El móvil, la tablet, y la televisión son los objetos preferidos de los niños, que en muchos casos comienzan a manejarlos precozmente.
Debemos tener en cuenta la edad del niño y el tiempo que pueden pasar frente a una pantalla, ya que no están preparados para tales estímulos.
Los niños menores de 2 años, se les hace difícil comprender lo que ven en las pantallas y relacionarlo con el mundo que los rodea. En cambio, aprenden y crecen cuando juegan e interactúan con adultos y niños, explorando el mundo real. Por eso es importante ofrecerle actividades, momentos de juegos con familiares, etc.
Entre los 2 y 5 años la recomendación es que no pasen más de una hora por día mirando la televisión u otro dispositivo y que se trate de contenido interactivo.
Entre los 3 y 5 años su madurez mental comienza a permitirles aprender destrezas sociales, lenguaje y lectura a través del contenido de calidad que ofrecen algunos programas educativos para niños.
Un consumo excesivo de los medios digitales puede crear efectos importantes como los siguientes:
- Retrasos de aprendizaje y de habilidades sociales, debido a que interactúan menos con los padres y la familia en general.
- Problemas de sueño a causa de la sobreestimulación ante la que no están preparados mentalmente.
- Problemas de conducta o comportamiento ante la posibilidad de verse expuestos a contenido violento.
- Obesidad, porque se trata de una actividad sedentaria que en muchos casos incluye la promoción de alimentos poco saludables.
Otro estudio elaborado por la Universidad de Londres y publicado en abril de 2017, muestra que los niños cada vez pierden más tiempo de sueño por usar el móvil.
Para solucionar esto, la psicóloga Isabel Pintor, de la Escuela de Integración Psicomédica (Ipsimed) y asesora psicopedagógica de Mumablue, indica "una alternativa sana para proteger a los niños de la sobreestimulación es la lectura de cuentos en papel, especialmente a la hora de ir a la cama. Un niño que ha leído en papel en lugar de usado un móvil o visto la televisión, dormirá mucho mejor”.
Además, leer en compañía es una buena forma de fortalecer el vínculo entre padres e hijos, ya que la presencia y cercanía de una persona que signifique una figura de apego seguro para el niño, ayuda a paliar los efectos de esta perversa ficción: cariño, amor y contacto humano es lo que beneficia al desarrollo del cerebro humano.
A continuación dejo un vídeo en el que se hablará sobre el uso de las nuevas tecnologías frente a los niños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario