Los saberes docentes son los conocimientos con los que se cuenta para el desarrollo de la práctica docente, es decir, como planear la clase para propiciar un mayor aprendizaje al alumnado, los procesos de evaluación o como motivar a los alumnos.
Estos saberes docentes se obtienen a través de una formación teórica en su trayecto formativo, en la práctica y con la interacción de otros docentes, constituyendo de esta manera, fundamentos de la competencia profesional.
El saber docente está compuesto por diversos saberes que provienen de distintas fuentes, como, los curriculares, disciplinarios, profesionales y experienciales.
1. Saberes curriculares.
Corresponden a los discursos, objetivos, contenidos y métodos. Se presentan en forma de programas escolares, y los profesores deben aprender a aplicar.
2. Saberes disciplinarios.
Son los saberes que dispone nuestra sociedad, correspondiente a las diferentes disciplinas y campos de conocimiento, como las matemáticas, literatura, historia). Esto es necesario en todos los niveles educativos.
Se transmiten en cursos y departamentos universitarios.
3. Saberes profesionales.
Estos saberes son transmitidos por las instituciones formadoras o profesionalización de los docentes.
Estos a su vez se componen de los saberes pedagógicos, que son doctrinas o concepciones provenientes de reflexiones sobre la práctica educativa.
4. Saberes experienciales.
Son un conjunto de saberes actualizados, adquiridos y necesarios en el ámbito de la práctica de la profesión, asimismo, son prácticos y forman un conjunto de representaciones a partir de las cuales se interpretan, comprenden y orientan. No están sistematizados en teorías o doctrinas. Éstos se incorporan en la experiencia individual y colectiva de los alumnos, en forma de hábitos y habilidades, de saber hacer y saber ser.
Es primordial resaltar, la importancia que tienen estos saberes para un docente, por ello, es necesario tener dominio en cada uno de ellos
La apropiación y la posesión del saber garantizan su saber pedagógico y su enseñabilidad, ya que saber algo no es suficiente, es decir, es preciso saber enseñar.
Para llegar a ser un profesor ideal debe conocer su materia, su disciplina y su programa. Además de poseer conocimientos relativos a las ciencias de la Educación y de la Pedagogía, y también, el desarrollo un saber práctico basado en su experiencia cotidiana con los alumnos.
Asimismo, la existencia de los maestros, depende de su capacidad para dominar, integrar y movilizar los saberes en su práctica escolar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario